Cuando el Jueves Santo se hace Viernes Santo en Granada, las calles de la ciudad de la Alhambra se apagan, se hace el silencio, y sólo se escucha el sonido de un ronco tambor bajando desde el Albaicín a Granada. Se trata de una de las salidas emblemáticas de la Semana Santa grnadina, la de la Hermandad del Silencio, cuya imagen ha recibido a lo largo de los siglos distintas advocaciones y nombres, como por ejemplo Cristo de la Salvación y Cristo de la Expiración. Hoy se conoce como el Cristo de la Misericordia, aunque para toda Granada es "El Silencio".
La Hermandad del Silencio ha procesionado desde sus orígenes la imagen del Crucificado que tallara en el siglo XVII el bastetano José de Mora (Baza 1642-Granada 1724) por encargo de los Clérigos Menores de San Francisco Caracciolo, para la iglesia de San Gregorio Bético. La imagen fue realizada en la propia casa del artista, la albayzinera de los Mascarones, ubicada en la calle Pagés, cerca de la Plaza de Aliatar, y en la que también viviera el canónigo y poeta granadino del siglo de oro, Pedro Soto de Rojas. En su fachada existe hoy día un azulejo, que colocado por esta Hermandad y Cofradía a modo de recordatorio, informa al transeúnte que en dicho lugar se talló este Cristo, que es ejemplo y paradigma de la perfección escultórica de la escuela barroca granadina, y que no contempla parangón alguno en la escolástica andaluza de su época. Según Antonio Gallego y Burín, “este Cristo es obra que debe situarse en la época central de la vida de Mora, en su instante de plenitud (entorno a 1695), posterior a la Soledad de Santa Ana y al Ecce-Homo de la Real Capilla, que parece anunciarlo”.
Por el transcurrir de los años venía siendo grande el deterioro de la imagen muy antes ya de su proceso de restauración, principalmente por estar conformada por múltiples piezas ensambladas que aumentan y disminuyen de volumen según las variaciones de humedad y temperatura ambiente. En semejante situación resultó ser en extremo dañina y gravosa para el futuro de la talla, la exposición sobre Alonso Cano celebrada en 1967 en el Hospital Real, debido precisamente al enorme contraste entre la humedad y la umbría de la capilla de San José, con las cálidas salas del recinto expositivo, calculándose que bien pudieron agravarse las adherencias de las colas originales que unen a unas piezas con otras, y a que con el transcurso del tiempo se produjera un singular resquebrajamiento de las policromías. Continúan pasando los años y con ellos el patente deterioro de la imagen, dando lugar a que entrados ya en el año de 1975 el equipo de escultores y restauradores de la Dirección General de Bellas Artes y de la Real Academia de Nuestra Señora de las Angustias, dictaminaran la total inmovilización de la imagen en su capilla de la Iglesia de San José, a fin que no se dañase más con los traslados y desfiles procesionales.
Estudiada por la Hermandad y Cofradía la posibilidad de su sustitución, vino a celebrarse un contrato con el profesor y escultor granadino Don Antonio Barbero Gor, por el que éste se comprometía a realizar una copia por puntos de la extraordinaria imagen barroca que nos ocupa. Es la imagen que actualmente se procesiona.
Hubo que esperar hasta 1994 para que tanto la imagen original como la gran cruz de taracea comenzasen su proceso de restauración en una acertada intervención dirigida con maestría y profesionalidad por la profesora Bárbara Hasbach Lugo. Hoy recibe los cultos de su Hermandad y Cofradía a excepción de los de la procesión de penitencia, salvo el paréntesis introducido con licencia eclesiástica para su salida extraordinaria con motivo de la celebración de la Passio Granatensis que aconteció en nuestra ciudad en la tarde del Sábado Santo 11 de abril de 2009.
La fundación de esta Cofradía fue iniciada por algunos de los empleados de la Delegación de Hacienda en Granada, viniendo a conocerse popularmente durante los primeros años de vida como “cofradía de los ladrones”. El párroco D. Ángel Guevara Horcas, como verdadera alma-mater, potenció la fundación de la Hermandad pensando en que no fuera mala cosa que hubiera en su Iglesia una cofradía de Semana Santa, como esa otra del Vía Crucis de la vecina parroquia de El Salvador. Todo esto llegó a su término el día 6 de Mayo de 1924 con la fundación de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia (del Silencio).
Los nuevos estatutos fueron definitivamente aprobados también en este año de 1924 por el arzobispo de Granada D. Vicente Casanova y Marzol, y siendo refrendados por el Papa Pío XI, añadiéndole al título de la Cofradía, el de “Pontificia”, y posteriormente con el nombramiento de el Príncipe de Asturias como Hermano Mayor Honorario, se le añadiría el de “Real”.
La primera vez que el Santísimo Cristo de la Misericordia procesionó con su cofradía fue en el año de 1925, con la original cruz de taracea, desconociéndose si al año siguiente volvió a procesionar con esa cruz puesto que en 1925 se inició el proyecto de una nueva cruz para su desfile procesional, siendo ésta la que actualmente procesiona con la copia de la imagen que realizara el escultor y profesor granadino Antonio Barbero Gor, hecho al que ya aludimos antes.
Dejando atrás la inicial década de los años veinte para adentrarnos en los turbulentos años treinta, y con el peculiar marco sociopolítico que devino con la II República, en especial para los intereses de la Iglesia, vemos como son varios los años en que por prudencia y ante el clima de anticlericalismo, se decide no procesionar por las calles de Granada, llegando incluso a procederse al traslado de la imagen a la Catedral de la ciudad por el temor existente en que tanto la albayzinera Iglesia de San José como la imagen de José de Mora pudieran ser objeto de los ataques de la turba desatada, o incluso, pasto de las llamas de la ira iconoclasta.
Finalizada la Guerra Civil, el Coronel Jefe del 4º Regimiento de Artillería Ligera, con plaza en Granada, hizo promesa de que fueran soldados de dicha arma los que cada año llevasen al Cristo de la Misericordia por algunos sucesos que se tachaban de milagro. Hoy día se conserva la presencia de una escuadra de gastadores acompañando el paso del Cristo de la Misericordia, y una estrecha y permanente relación con las Fuerzas Armadas y el Ejército de Tierra a través de diversos oficiales superiores y oficiales generales tanto en el Gobierno Militar como en el Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), éste último ubicado en la que fuera sede de la antigua Capitanía General de la IX Región Militar.
Transcurren los años y las décadas y nos situamos en el año 1987, momento en el que se une la Cofradía con la Hermandad Sacramental del Señor San José y de Ánimas, pasando a adaptar su nombre y a cambiar el antiguo escudo por el actual, el cual presenta la novedad de una custodia en el lado derecho y de una granada en el lado izquierdo, así como tiara pontificia en el centro con dos llaves en sotuer.
Hoy, la procesión del Silencio es uno de los momentos cumbres de la Semana Santa de Granada, y te invitamos, querido lector, a través de los videos de esta entrada a que te asomes a admirarla.
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