sábado, 31 de marzo de 2012

Semana Santa de Andalucía: Sevilla en Semana Santa


Si una Semana Santa es conocida internacionalmente esa es, sin duda, la de Sevilla. Ni mejor ni peor que otras de Andalucía o del resto de España, sí hay que reconocer que su fama ha traspasado fronteras. En esta entrada te ofrecemos una pequeña muestra de esta semana en Sevilla para que la disfrutes, la admires y la conozcas un poco más. Que la disfrutéis.


La Semana Santa de Sevilla posee una tradición de cánones y directrices que han sido copiadas en muchas partes del mundo y en especial en Andalucía, salvo las ciudades de Málaga y Cádiz donde tienen sus propias costumbres y tradiciones conservadas por siglos hasta la actualidad.

Hablar de la Semana Santa de Sevilla, es mentar a la capital de Andalucía, centro del descubrimiento de América en la península, asentada en el valle del Guadalquivir, por donde subían las naos desde Sanlúcar en el siglo XVII y XVIII, vivió su siglo de oro en estas fechas. Se afincaron en la capital la aristocracia y los grandes de España, se fundaron iglesias y conventos, para lo cual se rodearon de artistas e imagineros como Roldán o Hita del Castillo y pintores como Zurbarán o Murillo. Se levantaron grandes templos con magníficos retablos y se formaron los gremios de plateros y alfareros que formaron las cofradías alrededor de las imágenes que contenían los templos, dando lugar al nacimiento de la Semana Santa Sevillana.

Cincuenta y siete son las cofradías de Sevilla que hoy en día hacen estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral durante la Semana Santa de Sevilla. Unas muy antiguas, algunas de la posguerra y otras más recientes. La denominación de las hermandades de Sevilla suelen ser muy largas y es por esto que los sevillanos, para diferenciar unas de otras, denominan a las cofradías por el nombre del Cristo, de la Virgen, por el nombre de la parroquia de donde residen o por los gremios que la fundaron.




Además de los aspectos religiosos, la Semana Santa en Sevilla supone un fenómeno de carácter sociocultural, turístico y económico de gran importancia en la ciudad, está declarada de interés turístico internacional, constituyendo una de las grandes fiestas de primavera en  la ciudad junto a la Feria de Abril.
La Semana Santa se vive durante todo el año en Sevilla y las hermandades trabajan día a día en tres pilares fundamentales: formación, culto y caridad. Son múltiples las obras asistenciales que estas instituciones realizan en la ciudad y su provincia. La estación de penitencia o salida procesional es el principal culto externo de las corporaciones, pero cuentan con numerosos cultos internos a sus titulares a lo largo del año, como novenas, quinarios, triduos y besamanos.
El Consejo General de Hermandades y Cofradías, es el órgano encargado de la regulación del conjunto de procesiones de la Semana Santa, agiliza trámites y acuerdos con las instituciones oficiales y controla los horarios de paso por la Carrera Oficial. Sus miembros son elegidos cada cuatro años por los Hermanos Mayores de las distintas hermandades.

Los desfiles procesionales de la Semana Santa, transforman la ciudad durante ese periodo y son el resultado de la evolución durante siglos de las formas, modos y maneras de las cofradías y hermandades, las cuales cuentan entre sus miembros a personas de todas las clases sociales. En la evolución de estas corporaciones han influido múltiples factores, tanto religiosos como artísticos, sociales e históricos.



La llamada Carrera Oficial, es la zona de la ciudad por la que pasan todas las cofradías de la Semana Santa de Sevilla en el itinerario por su recorrido de penitencia, comenzando por la plaza de la Campana y siguiendo por calle Sierpes, plaza de San Francisco y avenida de la Constitución, para entrar a la Catedral de Sevilla realizando la Estación de Penitencia.
Los sevillanos, acompañan durante el itinerario a las imágenes en sus pasos, vestidos de nazarenos, portando cirios, cruces y otros elementos propios de las hermandades. Los pasos de la Semana Santa de Sevilla, son elaboradas obras de arte donde se portan a las imágenes procesionales.
Los costaleros son los hermanos que llevan los pasos bajo este y tapados por los faldones que bordean el paso. La cuadrilla de costaleros, la forman habitualmente un número de 30 a 40 costaleros, que en diferentes lugares previamente establecidos, se turnan por otros costaleros en los llamados relevos. Los pasos de la Semana Santa de Sevilla por sus itinerarios, son dirigidos por el capataz, que va caminando por fuera, delante del paso y conduciéndolo junto a los contraguías, ayudantes del capataz situados en las esquinas del paso.
Los pasos de las procesiones de Sevilla, suelen llevar alguna banda de música que van interpretando marchas procesionales durante el itinerario, si bien algunas no llevan acompañamiento alguno y otras sólo llevan un trío de viento.




Aunque durante la Edad Media ya existieron cofradías, no es hasta el siglo XVI cuando se consolidan las hermandades de pasión o penitencia como asociaciones que veneran la pasión y muerte de Cristo y le rinden culto con una salida procesional. En sus comienzos, las cofradías sevillanas hacían estación de penitencia a iglesias o conventos cercanos a su templo. En el Sínodo de 1604, el cardenal Niño de Guevara estableció algunas normas que forman el germen de la actual Semana Santa de Sevilla: las cofradías quedaban obligadas a realizar la estación de penitencia a la catedral y las de Triana debían realizarlo a la Iglesia de Santa Ana, debían vestirse túnicas sencillas de lienzo basto y se prohibía a la mujeres disciplinarse.
Durante el siglo XVIII la Semana Santa atravesó una profunda crisis, a causa del decaimiento económico y demográfico de la ciudad de Sevilla, de tal manera que en la primera mitad del siglo XIX, todo indicaba que las cofradías estaban a las puertas de su desaparición definitiva. Hacia 1850 solamente había cofradías en la calle el jueves santo y durante la madrugada y tarde del viernes santo. A finales del siglo XIX, en el periodo de la restauración borbónica, las cofradías resurgen en número y esplendor y se empieza a considerarlas un atractivo turístico para la ciudad y su economía.
A este nuevo auge no es ajena la instalación en Sevilla de la "corte chica" de Luisa Fernanda, hermana de la reina Isabel II, y su esposo, Antonio de Montpensier, en el antiguo colegio de marineros de San Telmo. Ellos favoreciendo la celebración de la Semana Santa, impulsando hermandades como Montserrat o La Lanzada, creándose en esos años la tradición del Santo Entierro Magno, que desde entonces se realiza cada cierto número de años, sin una periodicidad fija.
En el siglo XX, durante el gobierno de la Segunda República se experimentó una fase de enfrentamiento social y político que perjudicó la celebración de la Semana Santa. El año 1932 las Juntas de gobierno de las hermandades tomaron la decisión de no salir en procesión.el entonces alcalde sabedor de la trascendencia de esta medida, trató en sus declaraciones de estimular la normalidad de las procesiones y garantizar su celebración. La hermandad de la Estrella fue la única que, contraviniendo el acuerdo del conjunto de las hermandades, hizo procesión el jueves santo, produciéndose varios altercados de carácter violento durante su recorrido, el incidente más grave fue protagonizado por un militante anarquista que disparó contra el paso de la virgen.
En esta decisión de no salir en procesión, tomada por las hermandades, se combinaron por una parte el temor a los posibles incidentes que pudieran producirse y por otra la utilización de la suspensión como herramienta política contra las disposiciones del gobierno republicano. Durante el año 1933 se repitió la decisión y ya en 1934, tras el triunfo de la derecha, catorce cofradías volvieron a salir de sus templos durante las fiestas.
Debido al aumento de cofradías, que ya pasaban de las cincuenta y siete, se decidió en un momento determinado que las nuevas no realizarían carrera oficial, saliendo el Viernes de Dolores, en recuerdo a los Dolores de la Virgen María y el Sábado de Pasíón (previos al Domingo de Ramos), sin embargo en 2007, se autorizó la salida de la Hermandad del Carmen Doloroso el Miércoles Santo, en 2008 se autorizó también el Lunes Santo la Hermandad de San Pablo y en 2010 la Hermandad del Sol, del barrio del Plantinar, en la tarde del Sábado Santo.


Tras el Concilio de Trento se promueve el culto a la imagen sagrada. Algunas de las que procesionan en Sevilla son obras de los más destacados escultores del barroco español:
  • Martínez Montañés: el Señor de Pasión (1619).
  • Juan de Mesa: el Señor del Gran Poder (1620), el Cristo de la Buena Muerte (1620) (Hermandad de Los estudiantes), el Cristo del Amor (1618) y el Cristo de la Conversión del Buen Ladrón (Hermandad de Montserrat).
  • Andrés de Ocampo: Cristo de la Fundación (1622).
  • Francisco de Ocampo y Felguera:Cristo del Calvario (1611).
  • Ruiz Gijón: El Cristo de la Expiración (El Cachorro)
  • La Roldana: Virgen de la Estrella
  • Pedro Roldán: Cristo del descendimiento (1650-1660) (La Quinta Angustia), el Nazareno de la O (1685) y el Cristo de la Misericordia de la Hermandad de Santa Cruz.




El cortejo del Santo Entierro Magno está formado por una representación de distintas hermandades que forman cronológicamente la Pasión de Cristo en la tarde del Sábado Santo, además de los pasos que forman la hermandad propia del "Santo Entierro", abriendo el cortejo por norma el paso alegórico del triunfo de la vida sobre la muerte o popularmente llamado "La Canina", después comienzan a discurrir por la carrera oficial en absoluto silencio los pasos uno detrás de otro por orden cronológico, hasta que el paso del Cristo yacente o "La urna" llega a La Campana seguido por el paso del Duelo a María. Las hermandades de Los Servitas y La Trinidad, que procesionan antes que la del Santo Entierro, hacen su estación de penitencia como todos lo años sin ninguna alteración. En los últimos tiempos se ha podido contemplar esta procesión en nueve ocasiones, la última de ellas salió en 2004 con un total de catorce pasos. Generalmente es celebrado por algún motivo especial. El primero del que se tiene constancia es del siglo XIX (el 29 de marzo de 1850).


Entrada dedicada a mi amigo Jose Manuel, (Marcatoons)
y a mi hermano Paco (pacojal), que vivirá este año
la Semana Santa sevillana. Con cariño.- 

3 comentarios:

  1. joer, la verdad es que esto tiene que ser digno de ver, debe ser muy bonito

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  2. He visto algunas procesiones en Sevilla y particularmente me gusta más la Esperanza de Triana que la Esperanza Macarena.Siempre ha habido cierta "rivalidad"(digámoslo entre comillas), entre las dos cofradías.

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  3. Son las mejores procesiones de Semana Santa de toda España, en Sevilla si que se viven como en ningún sitio, además son las mejores.

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